15.6.13

Scenario uno
Ayuno perpetuo

Hay una mesa y se extiende más allá de lo que mis ojos pueden ver. Las sillas, que también se extienden, tienen un respaldo alto que parece diseñado para sostener cuellos flácidos. Sobre la mesa hay platos con comida y se extienden más allá de lo que mis ojos pueden ver, más allá de lo que mi nariz puede oler. Los hombres sentados están desnudos. No soy capaz de distinguir algún rostro familiar. La mesa humea y los cubiertos están dispuestos pero no podemos agarrarlos. Estamos tomados de las manos más allá de lo que mis ojos pueden ver. Tenemos hambre, tanta que nos apretamos  hasta el enrojecimiento. La comida no se enfría, nunca podrá enfriarse. Nos tomamos de las manos más allá de lo que mis fuerzas pueden entender. Tenemos hambre.