Scenario uno
Ayuno perpetuo
Ayuno perpetuo
Hay una mesa y se extiende más allá de lo que
mis ojos pueden ver. Las sillas, que también se extienden, tienen un respaldo
alto que parece diseñado para sostener cuellos flácidos. Sobre la mesa hay
platos con comida y se extienden más allá de lo que mis ojos pueden ver, más
allá de lo que mi nariz puede oler. Los hombres sentados están desnudos. No soy
capaz de distinguir algún rostro familiar. La mesa humea y los cubiertos están
dispuestos pero no podemos agarrarlos. Estamos tomados de las manos más allá de
lo que mis ojos pueden ver. Tenemos hambre, tanta que nos apretamos hasta
el enrojecimiento. La comida no se enfría, nunca podrá enfriarse. Nos tomamos
de las manos más allá de lo que mis fuerzas pueden entender. Tenemos
hambre.